Retiro conociendo al Espiritu Santo Viento y Fuego

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agosto 27,28y29 casa de retiro mision claret

Nuestra Fe se Apoya en el Poder de Dios

I. I Corintios 2, 1-5:

“Pues yo, hermanos, cuando fui a ustedes para darles a conocer el proyecto misterioso de Dios, no llegué con oratoria ni grandes teorías. Con ustedes decidí no conocer más que a Jesús, el Mesías, y un Mesías crucificado. Yo mismo me sentí débil ante ustedes, tímido y tembloroso. Mis palabras y mi mensaje no contaron con los recursos de la oratoria, sino con manifestaciones de espíritu y poder, para que su fe se apoyara, no en sabiduría humana, sino en el poder de Dios.”

San Pablo dice que nuestra fe, debe de estar apoyada en el poder de Dios y no en la sabiduría humana. Tu fe no puede estar apoyada en lo que dice los médicos, santeros, los astrólogos, etc. sino en el poder de Dios. Si tenemos otro apoyo para nuestra fe, créeme hermano, que tu fe se vendrá a bajo. Solo el poder de Dios mantendrá viva nuestra fe.

II. Romanos 4, 17-22:

“Abrahán es el padre de todos nosotros, como dice la Escritura: Te hago padre de muchas naciones. Y llegó a serlo cuando creyó en Aquel que da vida a los muertos y llama a lo que aún no existe como si ya existiera. Abrahán creyó y esperó contra toda esperanza, llegando a ser padre de muchas naciones, según le habían dicho: ¡Mira cuán numerosos serán tus descendientes! No vaciló en su fe, olvidando que su cuerpo ya no podía dar vida -tenía entonces unos cien años- y que su esposa Sara ya no podía tener hijos. No dudó de la promesa de Dios ni dejó de creer; por el contrario, su fe le dio fuerzas y dio gloria a Dios, plenamente convencido de que cuando Dios promete algo, tiene poder para cumplirlo. Y Dios tomó en cuenta esa fe para hacerlo justo.”

III. Veamos varias cosas en esta lectura, que hizo el padre de la fe Abraham:

1. Creyó que Dios da vida a los muertos.
2. Que Dios llama lo que aun no existes, como si ya existiera.
3. Creyó y espero contra toda esperanza.
4. No vacilo en su fe, olvidando que su cuerpo ya no podía dar vida -tenía entonces unos cien
años- y que su esposa Sara ya no podía tener hijos.
5. No dudó de la promesa de Dios ni dejó de creer; por el contrario, su fe le dio fuerzas y dio
gloria a Dios.
6. Se convenció lentamente de que Dios promete algo y tiene poder para cumplirlo.

Esta era la fe de Abrahán, el decía: Dios tiene poder para cumplir lo que prometió. Esta debe de ser nuestra fe en este mundo. No podemos apoyar nuestra fe en otras cosas. Abrahán no apoyo su fe en su cuerpo, no dijo: estoy Viejo no puedo dar vida, Sara no puede tener hijos. El solo creyó que Dios tenía poder para cumplir lo prometido.

IV. Razones por la cual debemos apoyar nuestra fe en el poder de Dios.

1. Por que el poder de Dios actúa a favor de los que creen.

Efesios 1, 19-23 dice:

“y con qué fuerza tan extraordinaria actúa en favor de los que creemos. Es la misma fuerza todopoderosa que actuó en Cristo cuando lo resucitó de entre los muertos y lo hizo sentar a su lado en el mundo de arriba. Pues está muy por encima de todo Poder, Autoridad, Dominio y de toda otra Fuerza o Gobierno, más arriba de todo lo que cuenta en este mundo y en el otro. Dios, colocó todo bajo sus pies, y lo constituyó Cabeza de la Iglesia. Ella es su cuerpo y en ella despliega su plenitud el que lo llena todo en todos.”

2. El poder de Dios actúa en nosotros.

Efesios 3, 20-21 dice:

“A Dios, cuya fuerza actúa en nosotros y que puede realizar mucho más de lo que pedimos o imaginamos, a él la gloria en la Iglesia y en Cristo Jesús, por todas las generaciones y todos los tiempos. Amén.”

El poder de Dios actúa en nosotros, no solo a favor, sino que también actúa en nosotros y Dios por este poder que actúa en nosotros puede realizar mucho más de lo que pedimos o imaginamos. Esto es maravilloso, estas orando por tus padres, prepárate que Dios hará mucho mas de lo que pides, por tu matrimonio, El hará mas de lo que pides. Descansa en el poder de Dios y mira la victoria que Dios te dará.

3. Por que nuestra fe esta en combate.

I Timoteo 6, 12 dice:

“Pelea el buen combate de la fe, conquista la vida eterna a la que has sido llamado y por la que hiciste tu hermosa declaración de fe en presencia de numerosos testigos.”


V. ¿Por qué nuestra fe esta en combate?

1. Porque Satanás quiere tu fe.

Lucas 22, 31-32 dice:

“¡Simón, Simón! Mira que Satanás ha pedido permiso para sacudirlos a ustedes como trigo que se limpia; pero yo he rogado por ti para que tu fe no se venga abajo. Y tú, cuando hayas vuelto, tendrás que fortalecer a tus hermanos.”

2. Porque para el que tiene fe, todo es Posible.

Marcos 9, 23 dice:

Jesús le dijo: ¿Porqué dices si puedes? Todo es posible para el que cree

3. Porque la fe vence al mundo.

I Juan 5, 4 dice:

“Todo lo que ha nacido de Dios vence al mundo, y la victoria en que el mundo ha sido vencido es nuestra fe.”

4. Porque sin fe es imposible agradar a Dios.

Hebreos 11, 6 dice:

“Pero sin la fe es imposible agradarle, pues nadie se acerca a Dios si antes no cree que existe y que recompensa a los que lo buscan.”

Tan Cerca de Dios Como Yo Quiera Estarlo

Introducción

Es obvio que algunas personas están más cerca de Dios que otras. No es que Dios lo quiere así; a todos se nos invitó al trono de la gracia. Todos somos invitados a otro nivel espiritual, mayor al que nos encontramos actualmente.

Hebreos 4, 16:
Acerquémonos, por tanto, confiadamente al trono de gracia, a fin de alcanzar misericordia y hallar gracia para una ayuda oportuna.”

Este es el deseo del Corazón de Dios: que sus hijos se acerquen a El y lo conozcan. Que el deseo de David, sea el nuestro:

Salmo 27, 4:
Una cosa al Señor, sólo le pido, la cosa que yo busco es habitar en la casa del Señor, mientras dure mi vida, para gozar de la dulzura del Señor y cuidar de su santuario.”

I. Dos personas que su pasión, mueven mi vida hacia Dios

a. Enoc-

Génesis 5, 21-24:
Tenía Enoc sesenta y cinco años de edad cuando fue padre de Matusalén. Enoc anduvo con Dios y vivió después del nacimiento de Matusalén trescientos años y tuvo más hijos e hijas. En total Enoc vivió trescientos sesenta y cinco años. Enoc anduvo con Dios hasta que Dios se lo llevó: sencillamente desapareció.”

Enoc vivió 365 años y dice la palabra que anduvo con Dios. Eso es pasión por Dios. Enoc anduvo con Dios el tiempo en que vivió en la tierra. Su cercanía con Dios era tal, que Dios se lo llevó. Solo un hombre con un corazón apasionado por Dios, hace esto posible. Enoc tenía relación con Dios todos los días. No era una relación pobre y sin frutos; sino una relación seria.

La primera comunidad lograron esta relación diaria con el Señor.

Hechos 2, 46-47:
Todos los días se reunían en el Templo con entusiasmo, partían el pan en sus casas y compartían sus comidas con alegría y con gran sencillez de corazón. . Alababan a Dios y se ganaban la simpatía de todo el pueblo; y el Señor agregaba cada día a la comunidad a los que quería salvar.”

La primera comunidad todo los Días se reunían en el templo y alababan a Dios. Tenían y gozaban de lo beneficios de una relación diaria con Dios. Intimidad diaria con Dios.

b. Noe-

Génesis 6, 5-9:
Yahvé vio que la maldad del hombre en la tierra era grande y que todos sus pensamientos tendían siempre al mal. Se arrepintió, pues, de haber creado al hombre, y se afligió su corazón. Dijo: «Borraré de la superficie de la tierra a esta humanidad que he creado, y lo mismo haré con los animales, los reptiles y las aves, pues me pesa haberlos creado.» Noé, sin embargo, se había ganado el cariño de Yahvé. Esta es la historia de Noé. Noé fue en sus tiempos un hombre justo y que se portó bien en todo; Noé caminaba con Dios.”

Los pensamientos de los hombres tendían siempre al mal, de tal manera que Dios se arrepintió de haber creado al hombre y se afligió su corazón; pero Noé se había Ganado el cariño de Dios. Dice que Noé fue en sus tiempos un hombre justo y que se porto bien en todo. Dice que Noé caminaba con Dios. Es decir, Noé amo a Dios cuando nadie lo hacia.

En este mundo de hoy es fácil amar a Dios, hay muchos hermanos que lo aman. Pero Noé estaba solo. Solamente él lo amaba, solo él pensaba en Dios, solo él le obedecía, solo el Corazón de Noé, se inclinaba a Dios.

Génesis 6,22 dice:
Y Noé hizo todo lo que Dios le había mandado.”

Esto es pasión por Dios. El salmista describe esta pasión por Dios en el Salmo 63:

Oh Dios, tú eres mi Dios, a ti te busco, mi alma tiene sed de ti; en pos de ti mi carne languidece cual tierra seca, sedienta, sin agua. Por eso vine a verte en el santuario para admirar tu gloria y tu poder. Pues tu amor es mejor que la vida, mis labios tu gloria cantarán. Quiero bendecirte mientras viva y las manos en alto invocar tu Nombre. Mi alma está repleta, pingüe y blanda, y te alaba mi boca con labios jubilosos. Cuando estoy en mi cama pienso en ti, y durante la noche en ti medito, pues tú fuiste un refugio para mí y salto de gozo a la sombra de tus alas. Mi alma se estrecha a ti con fuerte abrazo y tu diestra me toma de la mano. Los que en vano quieren perderme irán a parar debajo de tierra. Serán muertos al filo de la espada, servirán de festín a los chacales. El rey se sentirá feliz en Dios, y cuantos juran por él se gloriarán: "Por fin se acalló a los mentirosos".”

II. Cuatro niveles de intimidad con Dios.

Ezequiel 47 dice:
“El me llevó a la entrada del Templo y vi que brotaba agua de debajo del dintel de la Casa: corría hacia el oriente igual como la Casa que daba al oriente. El agua brotaba del lado sur del altar. Me hizo salir por el pórtico norte y que diera la vuelta por el exterior hasta el pórtico este: el agua corría ahora a mi derecha. El hombre se alejó al oriente. Midió mil codos con la vara que sostenía en la mano, luego me dijo que atravesara el arroyuelo: el agua me llegaba apenas a los tobillos. Midió luego mil codos y me dijo que atravesara el arroyo; el agua me llegaba a las rodillas. Midió otra vez mil codos y me dijo que atravesara el estero: el agua me llegaba a la cintura. Midió todavía mil codos: esa vez no pude atravesar el torrente; las aguas habían subido, se habían convertido en un río que no se podía atravesar a pie sino a nado.”

1. Primer Nivel de Intimidad: El Río en los Tobillos.

Esto son los que no se comprometen con nada. Están en la iglesia, pero en su Corazón no hay una vida real en Dios. Ven normal el pecado. Como todo el mundo lo hace, esta bien. Estamos en la iglesia, pero no somos fanáticos.

2. Segundo Nivel de Intimidad: El Río a las Rodillas.

Estos son como las 5 vírgenes descuidadas que el señor nos hablo en el evangelio. Esta con los pies en la casa de Dios, pero con los ojos en el mundo. No han cambiado sus pensamientos, su forma de hablar, se rehúsan a restaurar las relaciones rotas, etc. Estos dicen: “hace mucho tiempo que estoy peleando con este pecado, no luchare mas, el Señor entiende, El es amor.

3. Tercer Nivel de Intimidad: El Río a la Cintura.

Esto son los que desean agradar a Dios y lo buscan, pero se sienten, que con la intimidad que ya tienen con Dios, esta bien; ora mucho, ayuna, lee la palabra diaria, pero no ven que Dios es infinito, no se agota jamás, lo conoceremos como es, hasta que estemos con El.

4. Cuarto Nivel de Intimidad: El Río a Nado.

Son como Moisés, renuncia y deja atrás lo que sea, para seguir al Señor, sin importar la tortura que les venga. Su corazón arde por el Señor. Estos rinden sus sueños, planes y propósitos, para que el Señor ponga en ellos los de El. Rinden sus planes, vidas y metas, por los del el Señor. Son como Josué, aman a Dios con el corazón.

Como León Rugiente

Introducción

Es necesario entender que hay un enemigo que no quiere que en nuestra vida este el gozo del señor, pero la buena noticia es que Jesús lo venció y nos dio la victoria.

Juan 16,33 dice:
“Les he dicho estas cosas para que tengan paz en mi, en el mundo tendrán tribulación pero animo yo he vencido al mundo”

I Juan 3,8 dice:
“El Hijo del hombre se manifestó para deshacer las obras del diablo”

Juan 16,11 dice:
“El príncipe de este mundo esta juzgado...”


I. Quien es Satanás

a. Nombres de Satanás- En la palabra de Dios encontramos diferentes maneras de designar al Diablo: Satanás, Lucifer, Belcebú, Belial, el maligno, la serpiente, el príncipe de este mundo, el seductor, el homicida y el mentiroso. Todo ello designan la realidad del diablo.

b. El diablo y sus huestes, llamados demonios son:

1. Seres espirituales y por tanto invisible.

2. Creados por Dios. Buenos por naturaleza, pero que
libremente se hicieron perversos.

3. Son seres que están alejados de Dios.

4. Buscan con todo sus argucias, separar al hombre de Dios.

5. Son muchos más inteligente y poderosos que los humanos.



II. El Diablo es Tu Enemigo.

I Pedro 5, 8 dice:
“Sean sobrios y velen, su adversario el diablo, ronda como león rugiente buscando a quien devorar”

- Esta lectura dice tres verdades importantes:

1. El diablo es nuestro adversario, él no es tu amigo, es tu enemigo; y
te odia, no te ama y jamás lo hará.

2. El diablo ronda como león rugiente. El diablo ronda como lo hace
el león, buscando una presa. El ronda esperando que te distraigas
para hacer de ti su presa.

3. El diablo quiere devorarte. El quiere hacer de ti su presa, para
devorarte como el león lo hace con su presa.

III. ¿Como el Diablo hace estas Cosas?

1. Juan 10,10 dice:
“el ladrón no viene mas que a robar, matar y destruir; mas yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia”

a. Robar-

Juan 10,1dice:
“En verdad en verdad les digo, el que no entra por la puerta en el redil de las ovejas, sino que escala por otro lado, ese es un ladrón y un saltador”

Juan 10,8 dice:
“Todos los que han venido delante de mi son ladrones y salteadores pero las ovejas no los escucharon”

b. Matar-

Juan 8, 44 dice:
“Ustedes son de su padre, el diablo y quieren cumplir los deseos de su padre. Este era homicida desde el principio y no se mantuvo en la verdad, porque no hay verdad en él, cuando dice la mentira, dice lo que le sale de dentro, porque es mentiroso y padre de la mentira.”

c. Destruir-

I Pedro 5, 8 dice:
“Sean sobrios y velen su adversario el diablo, ronda como león rugiente buscando a quien devorar”

2. Engaños y Mentiras-

Juan 8, 44 dice:
“Ustedes son de su padre, el diablo y quieren cumplir los deseos de su padre. Este era homicida desde el principio y no se mantuvo en la verdad, porque no hay verdad en él, cuando dice la mentira, dice lo que le sale de dentro, porque es mentiroso y padre de la mentira.”

Es importante tocar en este punto un poco sobre el ocultismo, por que Satanás esta engañado a muchos en el mundo.

Deuteronomio 18, 9-14 dice:
“Cuando hayas entrado a la tierra que Yahvé, tu Dios te de, no aprenderás a comer abominaciones como las de esas naciones. No ha de haber dentro de ti, nadie que haga pasar a su hijo o su hija por fuego, que practique la adivinación, la astrología, la hechicería o la magia, ningún encantador, ni quien consulte espectros o adivino, ni evocador de muertos, porque aborrezco, el que hace esta cosas. Es una abominación para Yahvé, tu Dios, y por causa de estas abominaciones desaloja Yahvé, tu Dios, a esas naciones. A tu llegada se integro con Yahvé, tu Dios, porque esas naciones que vas a desalojar escuchan a astrólogos y adivinadores, pero a ti, Yahvé tu Dios, no te permite semejante cosa.”

Dios no quieres esto para nosotros, ni que consultemos, ni que tengamos algo preparado por ellos.

Cuando hacemos estas cosas o consultamos a estas personas pasan tres cosas:

A. La Opresión - la opresión es la acción de Satanás sobre los cuerpos o las cosas. Por ejemplo: ruidos en la noche, cosas que se mueven, luces que se apagan, voces ciertas, enfermedades raras que no tienen explicación medica, etc. Se trata de acciones exteriores.

B. La Obsesión - llamamos obsesión a la influencia y acciones del enemigo sobre la mente de las personas. Si lo opresión se manifiesta en lo exterior y material, la obsesión se manifiesta en el interior. Existen personas atormentadas con tremendas obsesiones sexuales, ideas de suicidio, espíritu de blasfemias, autodestrucción, desprecio, sentirse indigno del perdón de Dios, etc. En estos casos, a veces la causa no es solo física o psicológica, sino que están atormentados por una obsesión que los esclaviza, no teniendo fuerza para salir victorioso. Podríamos decir que la obsesión se parece a una tentación, pero en vez de ser pasajera, es permanente. Además de tener una fuerza e intensidad que va más allá de nuestras capacidades humanas para vencerla.

C. Posesión - Esta se da en caso en que la persona haya entregado su voluntad a Satanás o vendiendo su alma, firmando pacto satánicos con sangre, perteneciendo a secta diabólicas o en personas que fueron consagrada por sus padre a Satanás.

3. Acusación -

Satanás nos acusa, dice ha caído en pecado, no eres cristiano, jamás lo será, Dios es santo, El no te aceptará, etc.

4. Duda -
El diablo siembra la duda en el corazón del cristiano, haciéndole perder el tiempo evitando el crecimiento espiritual e induciéndole a poner su confianza en si mismo y no en el Señor.

5. Miedo -
El miedo actúa de modo contrario a la fe en Dios, en Jesús y en su Palabra.

Conclusión:

Gloria a Dios por Jesús, que venció a Satanás en la cruz del Calvario.

Hechos 10, 38 dice:

1. Ungido con el Espíritu Santo y con poder
2. Pasó haciendo el bien
3. Curando a los enfermos
4. y liberando a los oprimidos por el diablo.

Creando Lazos de Amor. Sanación Familiar


1. Lectura: Génesis 1, 26-28:

“Dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza. Que tenga autoridad sobre los peces del mar y sobre las aves del cielo, sobre los animales del campo, las fieras salvajes y los reptiles que se arrastran por el suelo. Y creó Dios al hombre a su imagen. A imagen de Dios lo creó. Macho y hembra los creó. Dios los bendijo, diciéndoles: «Sean fecundos y multiplíquense. Llenen la tierra y sométanla. Tengan autoridad sobre los peces del mar, sobre las aves del cielo y sobre todo ser viviente que se mueve sobre la tierra.”

2. Lectura: Génesis 2, 18-25:


“Dijo Yahvé Dios: No es bueno que el hombre esté solo. Le daré, pues, un ser semejante a él para que lo ayude. Entonces Yahvé Dios formó de la tierra a todos los animales del campo y todas las aves del cielo, y los llevó ante el hombre para que les pusiera nombre. Y el nombre de todo ser viviente había de ser el que el hombre le había dado. El hombre puso nombre a todos los animales, a las aves del cielo y a las fieras salvajes. Pero no se encontró a ninguno que fuera a su altura y lo ayudara. Entonces Yahvé hizo caer en un profundo sueño al hombre y éste se durmió. Le sacó una de sus costillas y rellenó el hueco con carne De la costilla que Yahvé había sacado al hombre, formó una mujer y la llevó ante el hombre. Entonces el hombre exclamó: Esta sí es hueso de mis huesos y carne de mi carne. Esta será llamada varona porque del varón ha sido tomada. Por eso el hombre deja a su padre y a su madre para unirse a su mujer, y pasan a ser una sola carne Los dos estaban desnudos, hombre y mujer, pero no sentían vergüenza.”

Introducción:

- En estos dos capítulos, vemos la creación del hombre; y con el hombre la familia.

- Dios es familia (trinidad). El no está solo en los cielos. Cuando creó el hombre, dice la Biblia que dijo Dios: “Hagamos al hombre a nuestra imagen”. Esto dice que Dios no estaba solo en la creación del mundo. La palabra “a nuestra imagen” significa: que con quienes Dios estaba eran de su misma naturaleza, de su misma imagen.

- Dios es trino: es Padre, Hijo y Espíritu Santo. Es tres en uno. El no es un Dios solo, El es familia, y creo al hombre dándole una familia.

- Cuando Dios creó al hombre, vio que NO era bueno que el hombre estuviera solo, y creo a la mujer de la costilla del hombre. Dándole al hombre una compañera, ayuda idónea.

- Dice la Biblia, que el hombre se unirá a la mujer y serán una sola carne.

I. La Mujer como Ayuda Idónea.

a. No para ser cabeza.
b. No para ser cola.
c. Para ser ayuda idónea.


El concepto de ayuda idónea esta cargado de riqueza. Tiene la idea, no de una sierva o una esclava, no de alguien inferior o superior;
-sino de alguien a su mismo nivel,
-alguien apropiado,
-alguien de su naturaleza y semejanza,
-alguien que ofrecería una ayuda correspondiente al hombre,
-alguien para ayudar al hombre a obedecer a Dios y a servir al creador.

Leí en un libro, que Adán después de ponerles nombre a los animales, estaba listo para tener una compañera. Porque vio a los animales caminar en pareja delante de él. Mi opinión personal es que el hombre a visto como el animal trata a su pareja y la trata como una animal. La mujer es ayuda no mula.

Efesios 5, 25-33 dice:

Maridos, amen a sus esposas como Cristo amó a la Iglesia y se entregó a sí mismo por ella. Y después de bañarla en el agua y la Palabra para purificarla, la hizo santa, pues quería darse a sí mismo una Iglesia radiante, sin mancha ni arruga ni nada parecido, sino santa e inmaculada. Así deben también los maridos amar a sus esposas como aman a sus propios cuerpos: amar a la esposa, es amarse a sí mismo. Y nadie aborrece su cuerpo; al contrario, lo alimenta y lo cuida. Y eso es justamente lo que Cristo hace por la Iglesia, pues nosotros somos parte de su cuerpo. La Escritura dice: Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre para unirse con su esposa, y los dos no formarán sino un solo ser. Es éste un misterio muy grande, pues lo refiero a Cristo y a la Iglesia. En cuanto a ustedes, cada uno ame a su esposa como a sí mismo, y la mujer, a su vez, respete a su marido.”

Pero por otro lado…

Efesios 5, 21-25:

Expresen su respeto a Cristo siendo sumisos los unos a los otros. Lo sean así las esposas a sus maridos, como al Señor. El hombre es cabeza de la mujer, como Cristo es cabeza de la Iglesia, cuerpo suyo, del cual es así mismo salvador."

“Que la esposa, pues, se someta en todo a su marido, como la Iglesia se somete a Cristo.”

II. Los Padres y su Responsabilidad con los hijos.

1. No solo es criar a los hijos, no es solo darle ropa, comida, estudios, etc.

Dios dio una orden poderosa, que si los padres lo hicieran, sus hijos serian mucho mejor.

Deuteronomio 6, 6-7:

Graba en tu corazón los mandamientos que yo te entrego hoy, repíteselos a tus hijos, habla de ellos, tanto en casa como cuando estés de viaje, cuando te acuestes y cuando te levantes
Este mandato es poderoso. Dios desea que los padres les hablen a sus hijos de los mandamientos. De quien es El. De su amor, de su misericordia, etc.

En la cultura judía, los padres toman en un dedo miel y se la ponen el la boca a os bebes mientras les mencionan al oído el nombre de Dios, para que el nombre de Dios le sepa dulce. Eso es necesario en estos días. En vez de hablar de lo bruto que le parecen, hablen de Dios, de lo hermoso que es Dios.

Tus hijos te parecen insoportables, porque no los ves como los ve Dios; y a lo mejor es tu culpa que tus hijos sean malcriados, orgullosos, indiferentes, etc.

III. Buenas Noticias

Malaquías 3,24 declara:

El reconciliará a los padres con los hijos y a éstos con sus padres, para que, cuando yo llegue, no tenga que maldecir a este país.”

Yo creo con todo mi corazón, que estos son los tiempos en que el Espíritu Santo hará que el corazón de los esposos se vuelvan a los corazones de la esposa; y el corazón de la esposas, se vuelvan a los corazones de los esposos. El corazón de los padres al corazón de los hijos y el de los hijos al de los padres. Lo creo con mi corazón en el nombre de Jesús. Amen

Viviendo en el Poder de Dios

Introducción:

Estamos viviendo un tiempo muy especial, porque la gente se está dando cuenta que no es suficiente vivir sin Dios. Es muy importante que aprendamos a anhelar y a desear que el Espíritu Santo llene todas las áreas de nuestro ser, porque en cuanto descuidamos algún área, el diablo está como león rugiente buscando entrar en nuestro ser.

I. Hay dos clases de fe:

a. Una fe natural- que es la que usan todos para las cosas diarias; hasta los ateos tienen esa fe: tienen fe de que van a salir adelante, de que van a hacer un buen negocio, etc. Es una fe natural para la convivencia diaria.

b. Una fe de Poder- Esta fe no la tienen los ateos, sino que la tienen los que creen en Dios y le creen a Dios. A nosotros Dios nos ha concedido tener una fe especial: fe para creer en milagros y operar milagros en el nombre de Jesús.

¿Cuántos tienen fe para "creer" en milagros? ¿Y cuántos tienen fe para "producir" milagros? Hasta los más "lentos" creen en los milagros, pero se necesita otra medida de fe para decir: "Yo voy a hacer el milagro en el nombre de Jesús".

Muchos me dicen: "Hno. Juan, yo creo que Dios puede hacer el milagro, ore usted". Eso es creer en milagros, pero creer que lo puede producir otro. ¿Entiendes? Pero... ¿no te gustaría dar un pasito más arriba? Llegar a un nivel en que tú digas: "Hno. Juan, no hace falta que usted ore; déjeme a mi y ya va a ver".La Iglesia no tiene que depender de la fe que tenga el predicador, el sacerdote, el coordinador, etc.: tú no vas a ir al cielo por la fe del predicador.

Nosotros recibimos conforme a nuestra fe, no conforme a la fe del predicador. Dios, para ayudarnos en nuestra fe, muchas veces permite que el predicador tome el lugar nuestro, para demostrarte que te ama, que tiene poder, etc, pero lo que El está esperando es que tú tengas la fe de Jesús!! Jesús nunca dijo: "Los predicadores que creen en mí, o los profetas que creen en mí" sino que dijo: "LOS QUE CREEN EN MI".

II. La Iglesia viviendo el Poder de Dios.

a. Estamos viviendo un momento especial, en que la Iglesia va a salir a la calle y va hacer la obra de Dios y no va a estar dependiendo del sacerdote, del diacono, etc. ¡viene un tiempo en que la Iglesia va a tomar conciencia de la autoridad que tiene en el nombre de Jesús! Los discípulos se sorprendían -porque ellos eran como nosotros, escuchaban a Jesús, veían como hacía los milagros- y un día Jesús reúne setenta y les dice: "Vayan por las ciudades y en mi nombre sanen a los enfermos, liberen a los endemoniados." Y los discípulos sorprendidos decían: "¿Quién? ¿Nosotros?" "", -les decía Jesús- "vayan en mi nombre y háganlo". Y volvieron admirados diciendo: "Señor, hasta los demonios se nos sujetan en tu nombre".

Llega un tiempo en que nosotros tenemos que dejar de poner la mirada en nuestros líderes -en el buen sentido de la palabra- y entender que fuimos llamados para ser bendición: Te bendeciré y serás bendición. El que no sirve para servir, no sirve para nada... pero Dios no te ha llamado para que hagas obras de bien con tus propias fuerzas sino que te ha equipado para que hagas una obra sobrenatural alrededor tuyo; no algo que está al alcance de tu mano, sino algo que está al alcance del poder de Dios.

b. El apóstol Pablo decía que opera en nosotros el mismo poder que operó en Jesús resucitándole de los muertos. Ese poder que levantó de los muertos a Jesús es el poder que opera en los creyentes y estamos esperando ver cosas grandiosas, tremendas!
¿Qué es lo que vamos a ver? Que los cristianos comunes van a comenzar a operar en el poder sobrenatural de Dios, van a estar creyendo que algo va a suceder y ¡¡lo van a hacer en el nombre de Jesús!! ¿Sabes cómo funciona el Evangelio? EN LA MEDIDA QUE TU DAS, EL SEÑOR TE DA. ¿Recibiste de gracia? Da de gracia. ¿Dios hizo una pequeña cosa por tí? Vé y cuéntaselo a alguien. Comienza a dar lo que has recibido porque de la única manera que Dios te va a dar a ti, es cuando das lo que has recibido.

Tenemos alrededor nuestro Iglesias que están cansadas de escuchar 20 años el mismo mensaje. Tenemos creyentes que hay que "curarlos del empacho que tienen encima". Están empachados de recibir y recibir y recibir... ¡y de no dar! El diablo ha hecho un trabajo en los creyentes para que se sientan inútiles. El diablo le dice a algunos creyentes: "Tú no eres el apóstol Pablo". Sin embargo, lo importante no es que tú seas Marta, sino que el Espíritu Santo esté dentro tuyo. ¿Qué es lo más importante? ¿La jarra o lo que está adentro? ¿Qué hay dentro de la jarra? Marta es el recipiente, pero dice la Biblia que tenemos dentro del recipiente de barro, un tesoro -que es lo que está dentro de Marta- y ese tesoro es Cristo, que llenó a Marta. De modo que ningún creyente puede decir, "Yo no soy nada", "No puedo", "No sirvo", porque sería decir: "El Espíritu Santo que está dentro mío no sirve". Si no pasa nada en tu vida, de alguna manera estás frenando a Dios.

III. ¿Cómo el Poder de Dios se Cruza en Nuestra Vida?

a. Lo primero que debemos hacer es temer, honrar y servir a Dios y sólo a Dios.

En la medida que voy entregando y consagrando mi vida a Dios, en esa misma medida el Poder de Dios se manifiesta en mi vida. En la medida que yo honro a Dios, su unción fluye en mi.

b. Reconocer que la Biblia nos enseña acerca de Dios:

1. que es infinitamente poderoso,
2. debiera eliminar la palabra ‘imposible’ de nuestro vocabulario,
3. Tengo que vivir en Santidad, en el Espíritu y en su Poder.
4. El Poder solo viene de Dios.


Si yo elimino la palabra “imposible” de mi lengua, entiendo que es posible VIVIR en Santidad, vivir en el Espíritu y vivir en su poder.

“Y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios. Más vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él. Pero si Cristo está en vosotros, el cuerpo en verdad está muerto a causa del pecado, mas el espíritu vive a causa de la justicia. Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros” (Romanos 8,8-11).

“Oro para que Él esté alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos, y cuál la supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, según la operación del poder de su fuerza, la cual operó en Cristo, resucitándolo de los muertos y sentándole a su diestra en los lugares celestiales, sobre todo principado y autoridad y poder y señorío, y sobre todo nombre que nombra, no sólo en este siglo, sino también en el venidero” (Efesios 1,18-21).

“Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo, de quien toma nombre toda familia en los cielos y en la tierra, para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu; para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor, seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál sea la anchura, lo longitud, la profundidad y la altura, y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios. Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros” (Efesios 3,14-20).

“Por lo cual también nosotros, desde el día que lo oímos, no cesamos de orar por vosotros, y de pedir que seáis llenos del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritual, para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios; fortalecidos con todo poder conforme a la potencia de su gloria, para toda paciencia y longanimidad; con gozo dando gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz” (Colosenses 1,9-12).

“…para lo cual también trabajo, luchando según la potencia de él, la cual actúa poderosamente en mí” (Colosenses 1,29).

c. Nuestra debilidad no es una barrera para el poder de Dios.

Mas bien, el reconocer nuestra debilidad, es la base para volvernos a Dios, dependiendo de Su poder que obra en nosotros. Así, Dios recibe toda la gloria:

“Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros” (2ª Corintios 4,7).

“Y para que la grandeza de las revelaciones no me exaltase desmedidamente, me fue dado un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca sobremanera; respecto a lo cual tres veces he rogado al Señor, que lo quite de mí. Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo. Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte” (2ª Corintios 12,7-10).

Cuando ministramos en el poder de Dios, no necesitamos confiar en nuestras propias fuerzas ni en los métodos humanos. En realidad, ni nos atrevamos a hacerlo. Por medio de la ‘debilidad’ de la cruz, Dios trajo salvación al hombre y por medio de éste, proclamó Su evangelio. A través de métodos débiles y poco impresionantes, el evangelio es proclamado confiando en el poder de Dios, para convencer y convertir a los pecadores. De esta forma, los hombres deben dar la gloria a Dios y deben confiar en Él y en Su poder; no en los hombres:

“¿Dónde esta el sabio? ¿Dónde esta el escriba? ¿Dónde esta el disputador de este siglo? ¿No ha enloquecido Dios la sabiduría del mundo? Pues ya que en la sabiduría de Dios, el mundo no conoció a Dios mediante la sabiduría, agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación. Porque los judíos piden señales, y los griegos buscan sabiduría; pero nosotros predicamos a Cristo crucificado, para los judíos ciertamente tropezadero, y para lo gentiles locura; mas para los llamados, así judíos como griegos, Cristo poder de Dios, y sabiduría de Dios” (1ª Corintios 1,20-24).

“Pues mirad, hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles; sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuete; y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es, a fin de que nadie se jacte en su presencia. Mas por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención; para que, como está escrito: El que se gloría, gloríese en el Señor” (1ª Corintios 1,26-31).

“Pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a éste crucificado. Y estuve entre vosotros con debilidad, y mucho temor y temblor; y ni mi palabra ni mi predicación fue con palabras persuasivas de humana sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder, para que vuestra fe no este fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios” (1ª Corintios 2,2-4).

“Tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita” (2ª Timoteo 3,5).

IV. Vivir en el Poder de Dios es Vivir el Poder del Evangelio

En el libro de los Hechos vemos el avance del evangelio de una forma extraordinaria: Todo lugar en donde se anunciaba el evangelio era tocado por el poder de Dios. Toda persona que oía el evangelio era quebrantada por la presencia de Dios. Todos los enfermos a quienes se les anunciaba el evangelio eran sanados por el poder de Dios.

Eran tiempos en donde predicar y oír el evangelio convertían una ocasión ordinaria, en un evento extraordinario: la gente se convertía, los enfermos eran sanados, la opresión del diablo era abolida; la iglesia causaba un impacto tremendo en donde quiera que se paraba a anunciar el evangelio.

Si nos preguntamos como hicieron los cristianos primitivos para anunciar el evangelio con tal vehemencia, pasión, entrega y eficacia encontraríamos las siguientes causas:

a. Eran creyentes saturados del Espíritu Santo.

Los primeros cristianos resplandecían con la presencia del Espíritu Santo en sus vidas. Hechos 2,4, nos dice: “Y fueron todos llenos del Espíritu Santo”; esto también lo confirma en Hechos 4,31, “...y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y hablaban con denuedo la palabra de Dios”; podemos ahora mismo enumerar la larga lista de creyentes y experiencias en el libro de los Hechos, en donde todos los cristianos eran saturados por la llenura del Espíritu Santo. Jesús les había dicho: “recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos...” (Hch. 1,8).

Esta promesa no fue solo para los apóstoles, ni solamente para los pastores o líderes de ese tiempo. Esta promesa era y sigue siendo para toda iglesia que quiera predicar el evangelio, para toda iglesia que quiera ser testigo de Jesucristo, para toda iglesia que reconozca la necesidad de alcanzar al mundo entero para Cristo. La calidad y veracidad de nuestro cristianismo radica en vidas llenas del poder del Espíritu Santo.

¿Crees ser un cristiano de calidad? Tienes que dar testimonio de la llenura del Espíritu Santo en tu vida. La iglesia verdadera siempre va a predicar el evangelio, porque los creyentes verdaderos que la componen siempre están anhelando, buscando, ardiendo y llenándose de la presencia del Espíritu de Dios.

b. Eran creyentes que anteponían, ante todo, su obediencia a Dios.

Nunca leemos en ningún pasaje que los creyentes de la iglesia primitiva titubearan en cuanto al cumplimiento de la gran comisión. Hoy tenemos muchos creyentes que titubean, pero es por la falta de poder en sus vidas, por su mal testimonio, por su inconsistencia, porque no son obedientes a Dios.

Para los primeros cristianos, obedecer a Dios no era una opción... ¡era una prioridad! Obedecer a Dios no era cuestión de tiempo... ¡era ahora! Para ellos era tiempo de obedecer a Dios. No hay tiempo para decidir si obedecemos o no a Dios; la prioridad de todo creyente es desde un principio, obedecer a Dios.

Pedro y los apóstoles nos impresionan con su respuesta ante el Sanedrín: “Es necesario obedecer a Dios, antes que a los hombres” (Hch. 5,29). El creyente debe estar convencido de esta verdad si quiere vivir en el poder del evangelio, ya que nadie que no obedece a Dios, puede ser llenado con su Espíritu. Mismo Pedro nos enseña esto en Hechos 5,32: “Y nosotros somos testigos suyos de estas cosas, y también el Espíritu Santo, el cual ha dado Dios a los que le obedecen”.

La obediencia a Dios nos lleva a aceptar a Cristo como Salvador, nos lleva a consagrarnos, nos lleva a ser llenos del Espíritu Santo y como consecuencia nos lleva a vivir en el poder del evangelio.

c. Eran creyentes que estaban dispuestos a pagar el precio de ser testigos del Evangelio.

Usted que ha leído la Biblia, sabe que hay un costo del discipulado. Vivir en el poder del evangelio, quiero decirte, no es barato. El precio es bastante alto y requiere una voluntad completamente rendida al Señor. Requiere de consagración total si no quieres fracasar.
El fracaso actual de muchas iglesias no son los resultados que viven, sino que dichos resultados son consecuencia de su fracaso. Son sus miembros, de estas iglesias, que han fracasado en rendir sus vidas a Dios, no obedecen a Dios, fracasan no permitiendo que el Espíritu de Dios los llene y los capacite para hacer la voluntad de Dios, fracasan al no estar dispuestos a pagar el precio de ser testigos de Cristo.

Podemos afirmar que los primeros cristianos tuvieron éxito. Siempre valoramos el éxito en términos de resultados. Pero desde mi punto de vista, el éxito de la iglesia primitiva no son los resultados. Los resultados fueron consecuencia del éxito. ¿Cuál fue entonces el éxito? Rendir sus vidas a Dios, obedecer a Dios, permitir que el Espíritu Santo los llenara y los capacitara para hacer la voluntad de Dios y estar dispuestos a pagar el precio de ser testigos.

La palabra “testigos” viene del griego “martures”, que significa: mártires. En cierto sentido podemos afirmar que ellos no estaban dispuestos a dar su vida por Jesús, ¡Ya habían entregado su vida a Jesús! Por eso Pablo enfatiza categóricamente: “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, más vive Cristo en mí...” (Gál. 2,20).

Si nos preguntáramos: “¿estoy dispuesto a dar mi vida por Cristo?” Primero tendríamos que responder a esto: “¿he entregado mi vida a Jesús?” Si no estamos seguros de nuestra respuesta a esta pregunta, no podríamos dar nuestra vida por Jesús ni vivir en el poder del evangelio.

Pensamientos sobre el Poder de Dios

Lo que el Nuevo Testamento nos Enseña Acerca del Poder de Dios

1. La creación es testigo del poder de Dios (Romanos 1,20).

2. El evangelio es poderoso; el poder de Dios puede salvar y cambiar a los hombres radicalmente (Romanos 1.16)

3. Los santos, son salvados, sostenidos y constantemente se les da poder para la vida y el ministerio, mediante el poder de Dios (Romanos 15,13; 18-19; 1ª Corintios 1,18; 6,4; Efesios 3,7; Colosenses 1,11, 29)

4. La resurrección de Cristo y consecuentemente la de todo cristiano, se realiza a través del poder de Dios. (Romanos 1,4; 1ª Corintios 15,43).

5. Incluso la incredulidad y la rebelión del hombre, son usadas por Dios para demostrar Su poder (Romanos 9,17)

6. El retraso de Dios en castigar a quienes hacen el mal, no indica Su inhabilidad para manejar la situación, sino una indicación de Su intención para demostrar Su poder (Éxodo 9,13-18; Romanos 9,22).

7. La elección y la utilización que Dios hace de los cristianos, como vasos de arcilla necios, débiles y carnales, es para demostrar Su poder (1ª Corintios 1,18-25).

8. El poder de Dios es ministrado al hombre a través de su humanidad, más que a través de las fuerzas naturales del hombre:

“Y para que la grandeza de las revelaciones no me exaltase desmedidamente, me fue dado un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca sobremanera; respecto a lo cual tres veces he rogado al Señor, que lo quite de mí. Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo” (2ª Corintios 12,8-9).

“Porque aunque fue crucificado en debilidad, vive por el poder de Dios. Pues también nosotros somos débiles en él, pero viviremos con él por el poder de Dios para con vosotros” (2ª Corintios 13,4).

¿Cómo se Ejercita o Demuestra el Poder de Dios?

1. En debilidad (2ª Corintios 12,9-10; 13,4)

2. En simplicidad y claridad, más que en la sofisticación humana y la persuasión (1ª Corintios 1 y 2ª Corintios 2,14-17; 4,1-6)

3. En la simple proclamación del evangelio (Romanos 1,16)

4. Por el ejercicio de los dones espirituales (Efesios 3,7)

5. Por la oración (Efesios 3,14-21)

6. Muriendo diariamente y así siendo conformados a la muerte de Cristo (Filipenses 3,10)

“¿Y qué, si Dios, queriendo mostrar su ira y hacer notorio su poder, soportó con mucha paciencia los vasos de ira preparados para destrucción?” (Romanos 9,22).

“Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo” (Romanos 15,13).

“Porque no osaría hablar sino de lo que Cristo ha hecho por medio de mí para la obediencia de los gentiles, con la palabra y con las obras, con potencia de señales y prodigios, en el poder del Espíritu de Dios; de manera que desde Jerusalén, y por los alrededores hasta Iírico, todo lo he llenado del evangelio de Cristo” (Romanos 15,18-19)

“Porque la palabra de la cruz es locura a los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios” (1ª Corintios 1,18).

“…mas para los llamados, así judíos como griegos, Cristo poder de Dios, y sabiduría de Dios” (1ª Corintios 1,24).

“Pero iré pronto a vosotros, si el Señor quiere, y conoceré, no las palabras, sino el poder de los que andan envanecidos. Porque el reino de Dios no consiste en palabras sino el poder” (1ª Corintios 4,19-20).

“En el nombre de nuestro Señor Jesucristo, reunidos vosotros y mi espíritu, con el poder de nuestro Señor Jesucristo” (1ª Corintios 5,4).

“Y Dios, que levanto al Señor, también a nosotros nos levantara con su poder” (1ª Corintios 6,14).

“Luego el fin, cuando entregue el reino al Dios y Padre, cuando haya suprimido todo dominio, toda autoridad y potencia” (1ª Corintios 15,24).

“Se siembra en deshonra, resucitara en gloria; se siembra en debilidad, resucitara en poder” (1ª Corintios 15,43).

En azotes, en cárceles, en tumultos, en trabajos, en desvelos, en ayunos” (2ª Corintios 6,5).
“…en pureza, en ciencia, en longanimidad, en bondad, en el Espíritu Santo, en amor sincero” (2ª Corintios 6,6).

“…en palabra de verdad, en poder de Dios, con armas de justicia a diestra y a siniestra” (2ª Corintios 6,7).

“…y cuál la supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, según la operación del poder de su fuerza, la cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos y sentándole a su diestra en los lugares celestiales, sobre todo principado y autoridad y poder y señorío, y sobre todo nombre que se nombra, no sólo en este siglo, sino también en el venidero” (Efesios 1,19-21).

“…del cual yo fui hecho ministro por el don de la gracia de Dios que me ha sido dado según la operación de su poder” (Efesios 3,7).

“…a fin de conocerle, y el poder de su resurrección, y la participación de sus padecimientos, llegando a ser semejante a él en su muerte” (Filipenses 3,10).

“…el cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya, por el poder con el cual puede también sujetar a sí mismo todas las cosas” (Filipenses 3,21).

“Pues nuestro evangelio no llegó a vosotros en palabras solamente, sino también en poder, en el Espíritu Santo y en plena certidumbre, como bien sabéis cuáles fuimos entre vosotros por amor de vosotros” (1ª Tesalonicenses 1,5).

“…los cuales sufrirán pena de eterna perdición, excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de su poder” (2ª Tesalonicenses 1,9).

“Para lo cual asimismo oramos siempre por vosotros, para que nuestro Dios os tenga por dignos de su llamamiento, y cumpla todo propósito de bondad y toda obra de fe con su poder” (1ª Tesalonicenses 1,11).

“Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio. Por lo tanto, no te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor, ni de mí, preso suyo, sin participar de las aflicciones por el evangelio según el poder de Dios” (2ª Timoteo 1,7-8).

“…que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficiencia de ella; a estos evita” (2ª Timoteo 3,5).

7. Dios nos salva mediante Su poder.

8. El reino de Dios y Su poder:

“Pero iré pronto a vosotros, si el Señor quiere, y conoceré, no las palabras, sino el poder de los que andan envanecidos. Porque el reino de Dios no consiste en palabras sino en poder” (1ª Corintios 4,19-20).

9. El poder de Dios y el evangelio:

Porque la palabra de la cruz es locura a los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios” (1ª Corintios 1,18).

“…mas para los llamaos, así judíos como griegos, Cristo poder de Dios, y sabiduría de Dios” (1ª Corintios 1,24).

10. El poder de Dios y el Espíritu Santo.

“Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo” (Romanos 15,13).

“Porque no osaría hablar sino de lo que Cristo ha hecho por medio de mí para la obediencia de los gentiles, con la palabra y con las obras, con potencia de señales y prodigios, en el poder del Espíritu de Dios; de manera que desde Jerusalén, y por los alrededores hasta Iírico, todo lo he llenado del evangelio de Cristo” (Romanos 15,18-19).

11. El poder de Dios y aquellos que se oponen a Dios y a Sus siervos

“Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego” (Romanos 1,16).

“Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa” (Romanos 1,20).

“Porque la Escritura dice a Faraón: Para esto mismo te he levantado, para mostrar en ti mi poder, y para que mi nombre sea anunciado por toda la tierra” (Romanos 9,17)

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